Saltillo.- Malva Flores, poeta y ensayista mexicana, intenta dar respuesta en las páginas de su libro Viaje de Vuelta. Estampas de una Revista a un cuestionamiento de enorme trascendencia para las publicaciones culturales en la actualidad: ¿Qué pasa con aquella “pasión crítica” de la que hablaba Octavio Paz?
A partir de analizar las revistas culturales alentadas por el Premio Nobel mexicano —como Vuelta y Plural—, Malva Flores aborda a profundidad los retos que enfrenta actualmente la prensa cultural y la crítica cultural, dos herramientas de la cultura que se han desvirtuado con el paso del tiempo. -¿Qué encontrará el lector en el libro Viaje de Vuelta. Estampas de una Revista?- “Ceo que encontrá estampas de una o varias pasiones, la de los colaboradores de Vuelta —reunidas en aquello que Paz llamó la ‘pasión crítica’— pero también la de sus detractores. En esas estampas podrán encontrar, asimismo, pasajes de la vida de una revista que propició la discusión y la polémica durante el último cuarto del siglo 20 en México. No es una historia lineal y exhaustiva, pero en el libro se tocan temas que van desde la vida íntima de la publicación hasta, por ejemplo, los debates y polémicas que se suscitaron alrededor del Coloquio de Invierno o la revuelta zapatista”. -Después de realizar este ejercicio de investigación sobre Vuelta, ¿cómo percibe las publicaciones culturales en la actualidad?- “Creo que un gran número de publicaciones que eran esenciales para la vitalidad de la cultura han desaparecido, y me refiero específicamente a los suplementos culturales. Por otro lado, existen aún revistas que postulan la discusión intelectual, pero aquel asunto de la pasión de la que hablaba, ha menguado y su resonancia es bastante inferior en relación con la que propició y suscitó Vuelta”. -En este libro habla de la extinción de la crítica cultural. ¿Qué la ha provocado?- “No hay una sola razón. Entre los factores que podemos advertir están, por supuesto, la desaparición de los suplementos, la consolidación de la academia como un grupo de poder cultural que, sin embargo, ha esquematizado y fragmentado el conocimiento; el ascenso de los ‘líderes de opinión’ y el desprecio hacia los intelectuales. Por último, la aparición del mundo digital”. -¿En dónde se separan los verdaderos estragos de la pérdida de la crítica cultural, y el miedo a enfrentarse a las nuevas formas de comunicación digital?- “En un mundo en el que, pensamos, la crítica ya no es vertical, sino horizontal y todos podemos ser artistas o críticos o intelectuales gracias a Internet, quizá hemos perdido un poco la noción de camino… El mundo virtual nos provee de un conocimiento de dimensiones inconmensurables. Puede ser tan trivial o tan profundo como queramos. El problema, que es tan viejo como las piedras, es saber elegir. Ésa finalmente es tarea de la crítica: proponer una elección”. -Como crítico, ¿cómo adaptarse a la actualidad sin perder la esencia de la reflexión ni dejarse vencer por la trivialización de los medios?- “Como decía antes, la tarea de la crítica es proponer una elección. El crítico debe, por ejemplo, decir: ‘este libro es bueno’ o ‘este libro es malo’ y argumentar su juicio. Pero ahora creemos que elegir, que enjuiciar, es políticamente incorrecto porque todas las expresiones valen lo mismo: han sido creadas por el hombre y sólo por eso son valiosas. |
Eso ha provocado una de las formas más perversas y apenas perceptibles de la banalización de la cultura en aras de una supuesta democratización que nos quiere vender gatos por liebres, con el argumento de que todos son animalitos del señor. Luchar contra la banalización de la cultura es una labor de titanes, pero ésta ha sido la tarea de la crítica. Vuelta fue una revista intransigente, pero no ignorante. En la medida en que aprovechemos las posibilidades que nos proporciona la era digital, nuestras elecciones deberán ser menos complacientes”.
-¿Cómo fue el proceso de investigación y escritura de Viaje de Vuelta?- “Fue un proceso lento, considerando que Vuelta vivió 22 años y que no podía emprenderse una investigación seria sin haberla leído. Pero no sólo era necesario revisar Vuelta, sino también Plural, su antecesora”. -Inicia el libro hablando de dos figuras fundamentales para la cultura y el periodismo cultural en México: el escritor Octavio Paz y el periodista Julio Scherer García. ¿Cómo ve la figura de Julio Scherer y cómo ve a Proceso, revista que fundó?- “Creo que no podemos confundir a Scherer con Proceso, aunque sean tan cercanos. Debo confesarle que no podría expresar una opinión que me dejara satisfecha sobre la figura de Scherer o de Proceso en la actualidad, porque aunque revisé esa revista casi exhaustivamente, mi revisión se constriñó al periodo de vida de Vuelta”. -Al abordar a Octavio Paz, ¿cómo se enfrentó a esos claroscuros políticos que, según intelectuales, ensombrecen su figura?- “La manera de enfrentarme a ésa y otras ‘sombras’ en la vida de Vuelta, que fue mi objeto de atención, fue más o menos sencilla: en primer lugar, leerla completa, hasta sus anuncios, pues la revista fue leída parcialmente, con anteojeras ideológicas. Así, descubrí con datos duros que, por ejemplo, Vuelta no fue pagada por Televisa. Leí la crítica sistemática al PRI que se hizo desde sus páginas, encabezada por Paz, Zaid o Krauze —crítica que, por cierto, sus detractores no quisieron leer porque ocupó un espacio notable en la revista—. En el caso de Paz, efectivamente tuvo simpatía por algunas políticas de Carlos Salinas, lo que propició tensiones en el seno de la revista, como allí describo. Sin embargo, también encontré que el mismo Paz, como otras veces en su vida, reconoció públicamente que se había equivocado y en el libro cito la reflexión del poeta al respecto”. |
Un viaje por Vuelta
Manuel Gutiérrez
Literal. Latin American Voices, núm. 29
(Verano, 2012), pp. 35-36.
Manuel Gutiérrez
Literal. Latin American Voices, núm. 29
(Verano, 2012), pp. 35-36.
La poeta y ensayista Malva Flores publicó recientemente Viaje de Vuelta (Fondo de Cultura Económica, 2011), un apasionado recorrido por las páginas de Vuelta, una de las revistas literarias más importantes del siglo XX. En el volumen aparecen los protagonistas, las polémicas, las convivencias, las frustraciones, los ataques y contraataques y el entorno histórico con el cual dialogó Vuelta a lo largo de sus más de dos décadas de publicación. En la siguiente conversación y a 35 años del primer número de Vuelta, la autora de Luz de la materia, Casa nómada y Ladera de las cosas vivas, habla en torno del impresionante legado de esa revista. * * * Manuel Gutiérrez: Desde la publicación de la Gazeta de literatura de Méjico (1788), el país ha contado con una extensa tradición de revistas literarias que han nutrido y sostenido el dialogo cultural y político del país. En Viaje de Vuelta, explicas que Vuelta heredó y formó parte de esa tradición. ¿Cuáles fueron los principios intelectuales que sostuvieron a la revista y que, por ende, condicionaron sus costumbres editoriales? Malva Flores: Esos principios fueron varios pero podrían agruparse bajo los siguientes aspectos: la obligatoria independencia intelectual; la defensa del arte contra la mercantilización, la masificación y la uniformidad del gusto; el reconocimiento de la tradición como un legado vivo; el respeto al autor como el “titular” de sus respectivas ideas; la certeza de que los lectores eran ciudadanos –no consumidores–, esto es, los interlocutores naturales a quienes, en primera instancia, estaba dirigida dicha publicación; la defensa de la democracia como el espacio siempre perfectible de la libertad; la sostenida crítica a la academia, particularmente aquella más preocupada por el poder que por el saber. Vuelta se postuló como un espacio crítico que abjuró de las jergas y de los análisis “especializados” que desarticulaban el cuerpo de la cultura, emprendiendo también una larga batalla contra la “piratería editorial” y el provincianismo cultural. MG: Vuelta nació como reacción a la censura perpetrada en contra del periódico Excélsior en 1976 por parte del régimen de Luis Echeverría. Esta experiencia marcó a los miembros de la revista. ¿De qué manera se convirtió en una “casa para la disidencia” y quiénes fueron sus visitantes más asiduos? MF: Considerando el papel de Vuelta en la esfera cultural y aunque resulte paradójico, estoy convencida de que fue una revista que desde cierta marginalidad se planteó defender ideas y principios que no eran compartidos por el Estado —al que criticó permanentemente— ni por el pensamiento hegemónico de la intelligentsia latinoamericana. En este sentido, Vuelta fue una publicación que dio voz a una larga lista de intelectuales y artistas que padecieron los estragos de la guerra ideológica en todo el mundo. Así como en sus páginas leímos a muchísimos autores víctimas de los regímenes totalitarios en Europa del Este o en la URSS, también abrió sus puertas a los escritores perseguidos por las distintas dictaduras de América Latina. Allí tuvieron casa muchos intelectuales cubanos (Guillermo Cabrera Infante, Reinaldo Arenas, por ejemplo) del mismo modo que ofreció su espacio para que otros escritores y revistas censurados por los gobiernos latinoamericanos denunciaran múltiples atropellos. Tras revisar cientos y cientos de críticas a Vuelta puedo asegurar que, en su momento, la revista fue leída con anteojeras ideológicas y que muchos de sus críticos no habrán leído ni el 2% de sus artículos. MG: Hablando de sus críticos, en 1978 la revista Nexos describió a Vueltacomo “el altar del elitismo voluntario y del conservadurismo”; por su lado, al hablar de Octavio Paz y de sus colaboradores, Jorge Herralde se refirió a ellos como “un poder fáctico colosal”. Hasta hoy en día contamos con opiniones parecidas o peores. Después de tu investigación y a tantos años de distancia, ¿crees justa la caracterización de Paz como “dictador” y a los colaboradores de Vuelta como una “mafia”? MF: ¿Fue justo que quemaran la efigie de Paz frente a la embajada norteamericana? ¿Fue justo que lincharan a Krauze durante seis meses por haber escrito “La comedia mexicana de Carlos Fuentes”? ¿Fueron justas las críticas ofensivas que recibió Zaid por haber denunciado a los “colegas enemigos” de la guerrilla centroamericana? La enumeración de cargos que involucraron y aún hoy involucran a los escritores de Vuelta es larga. Los miembros de la revista constituyeron, efectivamente, un grupo que ejerció el poder cultural en muchos ámbitos y durante un largo tiempo; sin embargo, y aunque los principios que defendía eran incuestionablemente legítimos, en aquel momento resultaban “políticamente incorrectos”. Lo correcto, desde la perspectiva del gobierno, era que no se le criticara. Lo correcto, desde el punto de vista de la intelligentsialatinoamericana, era que se apoyara a Castro y se cerraran los ojos ante las atrocidades cometidas en nombre de un “bien superior”. A nadie le gusta que los “trapos sucios” se laven en público. Nadie es feliz si se le desenmascara. El PRI, las dictaduras de todo color, los miembros de la intelligentsia universitaria, las burocracias ineptas o los escritores espurios fueron blanco de las críticas de una revista que, entre otras cosas, denunció la simulación. Y eso es algo que no se perdona. MG: Vuelta participó en varias polémicas que marcaron la historia cultural e intelectual del país. ¿Cuáles fueron las más importantes, y qué aportaron a la esfera pública? MF: Las múltiples polémicas que Vuelta alentó o en las que participaron sus miembros pueden reunirse alrededor de un tema central: la independencia del intelectual frente al poder o, en otra vertiente, la resistencia del artista a los poderes del mercado (en este aspecto, la polémica de la literatura light contra la literatura “difícil” es bastante ilustrativa). Vuelta refrendó la convicción de que el debate público de las ideas era la forma idónea en que los intelectuales debían manifestarse. Su papel fue el de agitar el espacio cultural y las conciencias. De la discusión iniciada en Plural sobre los escritores y el poder, hasta la polémica sobre el Coloquio de Invierno, pasando por la trifulca que provocó el artículo de Krauze sobre Carlos Fuentes, las disputas en torno al Encuentro Vuelta “La experiencia de la libertad” (efectuado poco después de la caída del muro de Berlín) o la crítica permanente al sistema político mexicano, los miembros de la revista suscribieron la obligación de preservar su independencia intelectual. En esa ruta polémica podemos advertir la vida de Vuelta de la mano de un reclamo democrático permanente (y no sólo para México); sin embargo, no fueron menos importantes las discusiones de la revista alrededor de los autoritarismos latinoamericanos, con énfasis particular en el caso cubano. El artículo de Zaid “Colegas enemigos” o el reclamo de Paz de elecciones libres en Nicaragua fueron dos momentos álgidos en la historia de la revista. MG: A pesar de que la revista se considere exclusiva de Octavio Paz, Viaje de Vuelta nos adentra en la vida íntima de la publicación demostrándonos que en realidad fue producto de la labor de varios personajes, cada uno con su propia voz. Háblanos del papel de Enrique Krauze, Gabriel Zaid, y Alejandro Rossi. ¿Cuáles fueron sus aportaciones aVuelta? MF: Es difícil responder a esa pregunta brevemente porque, en efecto, los tres fueron pilares de Vuelta. Sus perfiles intelectuales son también rostros de la revista: la historia, la poesía, la reflexión crítica, la pasión literaria y la vocación polémica. Desde un punto de vista operativo, creo que Zaid y Krauze fueron indispensables. Zaid colaboró decisivamente en la estructura financiera de la publicación y, por su parte, Krauze dedicó gran parte de su tiempo a sacar adelante a Vuelta como empresa. Nunca podremos saberlo pero no es muy difícil intuir que, sin ellos, la revista no habría tenido una existencia tan larga. Planear, imaginar una publicación, conseguir textos o escribirlos es algo difícil y maravilloso, pero darle continuidad e independencia económica implica un esfuerzo y una dedicación de tipo empresarial muy importante. Por supuesto, no sólo existe la parte económica y administrativa de una revista. Al estudiar Vuelta comprendí que para hacer realidad una empresa tan extraordinaria fue necesario un animador formidable, alguien capaz de reunir a su alrededor gente muy talentosa y que pudiera conciliar sus distintos intereses en favor de una revista. Ése, me parece, fue uno de los más notables logros de Paz respecto de Vuelta. Pero ésta también requería de otra especie de consejero; alguien que, como escribió Krauze, pudiera alentar a sus miembros cuando las cosas no marchaban tan bien: creo que ese fue uno de los papeles, quizá no tan visible, de Alejandro Rossi. No hay que olvidar, por supuesto, la importancia central de Gabriel Zaid en este aspecto: su continua batalla en contra de la simulación académica y sus relaciones con el poder, sus datos duros que ponían en evidencia los enormes costos de la burocracia gubernamental, entre muchísimos otros aspectos más. MG: John King le ha dedicado un estudio a Plural recientemente traducido por David Medina Portillo y publicado por el Fondo de Cultura Económica. ¿Qué diferencias ves entre Plural y Vuelta, y entre ésta y Letras Libres? MF: Sin demérito de su vocación crítica, pienso que Plural fue una revista más literaria. En cambio, Vuelta se ofreció siempre como un espacio crítico inédito en México, dando cabida a una amplia gama de asuntos que rebasaron las órbitas estrictamente literaria o artística. Debido a su larga existencia, en Vuelta colaboraron varias generaciones de escritores, lo que supone también una diferencia importante entre ambas publicaciones. Letras Libres es una revista que se publica en un tiempo muy distinto al que vivió Vuelta. En consecuencia, sus búsquedas y propósitos no son los mismos, si bien comparte con ella el aliento y espíritu críticos. MG: En tu primer libro de ensayo, El ocaso de los poetas intelectuales, lamentas la ausencia del poeta contemporáneo en la esfera pública. Viaje de Vuelta es una defensa de Vuelta y un llamado a seguir su ejemplo en la presente esfera intelectual y cultural. ¿Qué prácticas y valores, tanto literarios como políticos, nos invita a reconsiderar la relectura de Vuelta en la era del blog? MF: Me alegra que relaciones aquel ensayo sobre los poetas intelectuales y Viaje de Vuelta porque son dos estancias de una misma reflexión. De algún modo, la que llamas “defensa de Vuelta” es –quizá muy en el fondo para otros, pero central para mí–, una defensa de los poetas como miembros imprescindibles de la esfera pública pero, sobre todo, es una defensa de la poesía en su sentido más amplio: como esa operación crítica e imaginativa que nos devuelve una imagen del mundo y, al mismo tiempo, construye otra. En esa bisagra se ensancha el horizonte y creo que la “era del blog”, con todos sus defectos, tiene también ese propósito: ensanchar la crítica, ofrecer un mundo o varios mundos. Leer Vuelta es encontrarse aún vivas nuestras preocupaciones como sociedad durante los últimos 30 años. Sin embargo, volver a ella no es tarea de alguna arqueología, como tampoco lo es reconocer nuestro rostro en el espejo. |
“No en vano Octavio Paz evidenciaba en 1974 que necesitamos hombres-puentes en la cultura, obras-puentes en la literatura y el arte. Algo contra las islas en que vivimos. Él mismo fue un puente extraordinario. Y en este momento lo estoy cruzando, desde sus palabras, hacia el pasado, hacia el presente”, apunta de manera acertada el novelista y cuentista venezolano José Balza en su libro Red de autores: ensayos y ejercicios de literatura hispanoamericana (Bonilla Artigas Editores, 2011). Agregaría que necesitamos leer y releer a nuestras revistas-puentes y tradiciones críticas en Hispanoamérica, las deRevista Azul, Revista Mexicana de Literatura, Sur, Contemporáneos, Barandal, Taller, Tierra Nueva, El Hijo Pródigo, Las Moradas, Orígenes, Plural, Vuelta, La Gaceta del Fondo de Cultura Económica, La Orquesta, Mandorla, Casa del Tiempo, Letras Libres; y en Estados Unidos a Literal y Contratiempo.
En México, Centroamérica, Sudamérica y el Caribe se han publicado durante décadas algunas de las mejores revistas de lengua española, que han sido puentes sólidos con Europa y Asía, además de formadoras de lectores e influencias decisivas en el pensamiento de escritores y artistas. Basta con revisar el número de colaboradores de diversas nacionalidades que publicaron en Plural y Vuelta por citar dos revistas fundadas y editadas por un mexicano universal, aquel hombre-puente de nuestra cultura en diferentes países, y en las que me centraré en este texto. “¿Dónde se va a hacer la crítica del poder y de los poderosos?”: Octavio Paz. Plural, dirigida por Octavio Paz entre octubre de 1971 y julio de 1976, publicada a través del periódico Excélsior y que “navegó contra viento y marea durante cerca de cinco años, al llegar al número 58, hoy reaparece con otro nombre”, expresó el poeta en la presentación del primer número de Vuelta (El ogro filantrópico, Seix Barral, Barcelona, 1979). Ambas publicaciones sobre crítica literaria, ensayos, poemas, cuentos, arte y política en Hispanoamérica. Plural y Vuelta siguen vigentes por la erudición de sus contenidos y el diseño gráfico. Para fortuna de sus lectores han sido tema de estudios literarios en las últimas tres décadas. Recientemente el Fondo de Cultura Económica ha publicado dos libros sobre tales revistas. Sería importante que el Fondo promoviera estos libros mediante charlas públicas en América Latina y el Caribe y los Estados Unidos y Europa, donde existe un público interesado en la labor cultural que realizaron Plural y Vuelta. Plural: puente de varias culturas El primer libro apareció originalmente en inglés con el nombre The Role of Mexico's Plural in Latin American Literary and Political Culture: From Tlatelolco to “The Philanthropic Ogre" (Palgrave MacMillan, 2007), su autor es el reconocido académico británico John King, de la Universidad de Warwick, en el Reino Unido. “King es uno de los críticos más lúcidos y conocedores de la literatura latinoamericana”, apunta Mario Vargas Llosa, “explora el significado de Plural. La revista editada por Octavio Paz jugó un papel transformador en el alumbramiento de la cultura moderna en la lengua española. El libro de King es indispensable". Se trata de una gran investigación que describe detalladamente la labor cultural de esa revista en Hispanoamérica. El anterior estudio de King fue Sur. Estudio de la revista literaria argentina y de su papel en el desarrollo de una cultura, 1931-1970 (FCE, 1986), que le dio un panorama para conocer la relación de Sur y Plural como revistas-puente y tradiciones críticas entre México y Sudamérica. Plural en la cultura literaria y política latinoamericana. De Tlatelolco a El ogro filantrópico (FCE, 2011), tardó cuatros años en publicarse en español. En 2011, David Medina Portillo realizó la traducción: un acierto del FCE. En la actualidad pocas publicaciones literarias y culturales con el nivel de conversación y pasión crítica en habla hispana como las que fundó y dirigió Octavio Paz, además de poeta, ensayista, diplomático, profesor en grandes universidades, conferencista magistral en diversas partes del mundo. Escasos mexicanos en la cultura han logrado tener un discurso firme y a los ojos con los mayores pensadores de su época como Paz lo hizo. Dejó obras a largo plazo en la literatura nacional y universal. Cuando se recorre las bibliotecas y librerías de Estados Unidos y Reino Unido —por citar dos países en los que he vivido varios años— siguen presentes sus libros. Más allá de las críticas a su persona —y no a su obra literaria—, su labor incansable como editor y promotor cultural despierta en muchos países tanto interés como su trabajo poético. No deja de ser un hombre adelantado a su tiempo tanto en la cultura como en el pensamiento político. El estudio documentado del libro de John King lo demuestra puntualmente. "La importancia de este estudio sobre Plural es excepcional, entre otras cosas porque su autor tuvo acceso directo al archivo personal de Octavio Paz y al de la revista misma —en poder de su sucesora, la revista Vuelta—. Asimismo, en mi lectura personal, John King abre la posibilidad de interpretar la aventura de Octavio Paz y el grupo de amigos que lo acompañó como un fenómeno al margen del boom que fue cobrando fuerza hasta constituirse en la publicación más importante de ese momento, nada menos. Y todo esto sin el peso de la narrativa del boom, tan redituable entonces como aún ahora. Las anécdotas a este respecto son, precisamente, más que anécdotas: nos hablan de la capacidad de Octavio Paz para convocar y dar vida a un proyecto de dimensión continental e, incluso, internacional. La presencia de grandes autores latinoamericanos en Plural es indiscutible —incluyendo a Brasil, por supuesto—, lo mismo que norteamericanos, europeos y del lejano oriente. En México, como sabemos, la contraparte estaba representada por México en la Cultura, de Fernando Benítez y Carlos Monsiváis, entre otros. Pero lo cierto es que ninguna de nuestras publicaciones periódicas de entonces tenía este carácter global. Una característica determinante más: esta revista jamás fue solo la publicación de un poeta editando para poetas; vamos, ni siquiera una revista de escritores para escritores: Plural fue la revista de un intelectual público que reunió en torno suyo a otros intelectuales en acto supremo de libertad. En los años setenta, Latinoamérica está en plena era de dictaduras y Guerra Fría. En ese contexto, Plural se empeñó en dar cabida al disenso político y literario: una revista que hablaba de poesía cuando el mundo comenzaba a hablar exclusivamente de narrativa, una revista de corte liberal y democrática en medio del consenso revolucionario o autoritario. Todos estos aspectos sobresalen en las páginas de John King, están a la vista de quien quiera leerlos”, anota Medina Portillo, traductor, poeta, ensayista y editor, en exclusiva paraNueva Era. La relevancia de la traducción en México Sobre el trabajo que realizó con la traducción de este libro, y que terminó en un periodo de tres meses de manera impecable, Medina Portillo comenta: “No fue particularmente complicado ya que la prosa de John King es más bien directa, sin densidades conceptuales ni inclinaciones líricas. En este sentido, el argumento del libro fluye sin mayores complicaciones que las que plantea reseñar una publicación número a número sin repetirse. Las dificultades que como traductor tuve fueron de orden bibliohemerográfico. Gran parte de las citas provienen de la correspondencia de Paz, gran parte de ella aún inédita. En el caso de la que sí está publicada hubo que rastrear el original en español; por su parte, en las cartas inéditas el mismo John King tuvo que enviar al FCE una relación con dichas citas copiadas del original en español. Asimismo, tuve que buscar otras notas y citas en libros a veces agotados y en la colección de Plural que, afortunadamente, tengo completa. En todo este proceso los editores del FCE me ayudaron puntualmente, lo mismo que un amigo de la Universidad Veracruzana, Mayco Osiris. Ayudó que gran parte de labibliohemerografía citada la tengo junto a mí. Octavio Paz y sus revistas siempre me han interesado. Yo mismo escribí y trabajé en Vuelta los últimos cinco años. Por cierto, en su momento, King y yo fuimos becarios de la Fundación Octavio Paz”. En su libro, King menciona a varias personas que generosamente apoyaron con declaraciones, archivos de las revistas, documentos para su investigación, como Alberto Ruy Sánchez, notable escritor y director de la revista Artes de México, amigo y colaborador de Octavio Paz, quien accedió también a dar una declaración para Nueva Era: “Conozco a John King de mucho tiempo y te puedo decir que su trabajo es riguroso y que no creo que ninguna descalificación en su contra sea válida. Tiene la enorme virtud de haber hecho un estudio independiente, para el que consideró y escuchó a todos los participantes sin convertir su estudio en glosa de lo que ellos opinaran. En resumen. No es una historia oficial de Pluralbajo ningún ángulo. Y tampoco pretende ser la única investigación posible sobre Plural. Caben muchas otras de muchos otros puntos de vista, pero King hizo metódicamente, con paciencia infinita y con trabajo serio, lo que otros no hicieron. No pretende sino analizar, como el título del libro en inglés lo dice:The Role of Mexico's Plural in Latin American Literary and Political Culture... Y, por su conocimiento de la literatura latinoamericana y la política en el siglo XX, por la distancia con las intrigas, los intereses y los intríngulis mexicanos, era sin duda la persona más apropiada para estudiar a Plural en ese contexto”. Vuelta: revista hispanoamericana La poeta, ensayista e investigadora Malva Flores, autora de Viaje de Vuelta. Estampas de una revista(FCE, 2011. Véase, en Nueva Era 2, República Cultural, páginas 88-90), opina sobre el libro de John King: “Para mí es un libro esencial. Una importante investigación en los archivos tanto de Octavio Paz como de la revista que nos muestran aspectos poco conocidos de esta publicación. Por otro lado, para mis propias pesquisas un apunte de King se convirtió en una de las guías metafóricas del Viaje de Vuelta: la idea de ver a Paz, en medio del escenario fulgurante de los narradores del boom, marginado de la revista que por muchos años había planeado con Tomás Segovia y Carlos Fuentes, que finalmente se convirtió en la efímera Libre —de la que Paz se distanció—, y prefigura también el nacimiento de Plural. Esa imagen me acompañó todo el trayecto de mi propio viaje”. |
“Vuelta, junto con Plural”, añade, “son las dos últimas grandes revistas hispanoamericanas. Si bien el tiempo transcurrido desde que Vuelta desapareció parece poco (en 1998, a la muerte de Paz), es esencial recordar que esa empresa cultural, incluidas ambas publicaciones, surcó más de un cuarto de siglo la historia cultural mexicana, pero también latinoamericana. Su legado está aún vivo y merece una revisión que permita, al conocerla, re-conocernos”.
Antes de que concluyera Vuelta —explica Malva Flores—, “diseñé en 1997 una base de datos sobre la revista y comencé a llenarla. Fue, sin embargo, hasta 2004, cuando la Universidad Veracruzana me permitió hacer lo que siempre había deseado: que mi trabajo fuera revisar la revista de mis sueños. Rediseñé entonces la base de datos, dedicada no solo a incluir en ella los resúmenes de los artículos, sino todos los datos (temas, títulos, autores, traductores, revistas reseñadas, libros reseñados, ilustradores, inserciones publicitarias, etcétera) que permitieran hacer unos índices exhaustivos de la revista. La investigación sobre los críticos de Vuelta inició en 2006, como parte de mi tesis doctoral, que dirigió Gustavo Jiménez Aguirre, y la escritura del libro me llevó los últimos dos años porque aparecían a cada paso cosas nuevas, gracias a la obsesión de un magnífico investigador, José de Jesús Arenas Ruiz. Todo el trabajo que había hecho en relación con la recepción de Vuelta, se volvió el doble o el triple cuando José tuvo la generosidad de ayudarme”. Flores menciona que entre otros aspectos que hoy sigue siendo necesario discutir, Vuelta desarrolló sus intereses intelectuales alrededor de varios principios: la libertad creadora, la defensa de la democracia, la independencia del intelectual, la discusión sobre la política no sólo mexicana sino internacional y la defensa del arte contra la mercantilización. “Vuelta se construyó como una revista hispanoamericana que permitiría no sólo la circulación de las ideas y de los escritores en la casa de la lengua y su difusión hacia el exterior, sino también como un centro intelectual donde se discutieran los asuntos de la contemporaneidad. Fue, asimismo, una casa para los escritores disidentes que en el resto del mundo eran víctimas del poder ideológico”, concluye Flores. México requiere hoy de hombres-puente en la cultura y el arte. Finalizo con unas palabras precisas de Octavio Paz: “Acción y meditación: éstas son las dos maneras complementarias en que los hombres han dado la cara a la adversidad natural” (“Escombros y semillas”, Vuelta 108, México, noviembre de 1985). De allí que la crítica que propone Octavio Paz en Plural y Vuelta sea una autocrítica presente. |
Entrevista de Noé Cárdenas a Malva Flores (27 de marzo de 2012)
Canal 22
A Salto de Letra
Transmisión: Viernes 6 de abril de 2012
Canal 22
A Salto de Letra
Transmisión: Viernes 6 de abril de 2012
Fuente: YouTube. iNoticias22
Mayco Osiris Ruiz
"Entrevista con Malva Flores"
Yletrados. Revista literaria
(enero-marzo 2012. Año 2, núm. 1)
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Malva Flores crea estampas de una revista

Por: María Eugenia Pulido y José Luis Guzmán
Fuente: Radio Educación / México /
Jueves 29 de marzo de 2012
www.prensafondo.com
María Eugenia Pulido (MEP), conductora: El mes de julio de 1976 marcó el destino de dos publicaciones encabezadas por Octavio Paz, después de que se gestara lo que hoy conocemos como “golpe de Excélsior”.
Mientras la revista Plural. Crítica y literatura extinguía su llama después de cinco años en circulación, una nueva aventura, llamada Vuelta, nació en diciembre de ese mismo año -1976-.
José Luis Guzmán (JLG), conductor: Ambas publicaciones que por su impacto se convirtieron en el eje de la vida intelectual hispanoamericana, representaron las dos empresas culturales más importantes que el Premio Nobel de Literatura delineó, puso en marcha y animó y que en esta ocasión son vistas y estudiadas en los volúmenes que el Fondo de Cultura lanzó recientemente: Viaje de Vuelta. Estampas de una revista y Plural en la cultura literaria y política latinoamericana. De Tlatelolco a El ogro filantrópico.
MEP: Se trata de dos libros que a través de la mirada de una poeta, Malva Flores, y un académico, John King, exponen un panorama de lo que dichas revistas significaron en la historia de la cultura mexicana. Pero bueno, ¿Por qué no vamos a preguntar todo esto y mucho más? Tenemos en la línea telefónica a Malva Flores. Buenos días, Malva.
Malva Flores (MF), poeta: Hola, Maru, bueno días.
MEP: Oye, pues ¿qué significa para ti como poeta participar en este proyecto al que te invita el Fondo de Cultura Económica?
MF: Para mí fue realmente una oportunidad extraordinaria porque me parece que Vuelta fue para varias generaciones, y también para la mía, una revista emblemática y que era un punto de reunión de crítica que no debemos olvidar, entonces mi intención fue recordar y traer de nuevo esta conversación tan importante.
JLG: Bueno, tú eres la autora del libro Viaje de Vuelta. Estampas de una revista, que hiciste en torno a la publicación que fundó y dirigió el maestro Octavio Paz por casi 20 años, y que se presentó antier en el Centro Cultural Bella Época. ¿Nos puedes platicar un poco de esta aventura literaria?
MF: Bueno, como bien dijeron en la introducción, Vuelta nace después del golpe Excélsior que termina con Plural y durante 22 años reunió a su alrededor un grupo muy importante de escritores hispanoamericanos que nos hicieron ver la cultura hispanoamericana, pero también la cultura del mundo.
Por sus páginas pasaron los mejores escritores, historiadores, pensadores y artistas del final del siglo XX, y creo que es una revista que es un espejo de nosotros también porque la discusión sobre México fue central en sus páginas.
MEP: ¿Cómo les fue en la presentación que recién se llevo a cabo en el Centro Cultural Bella Época? Platícanos.
MF: Yo estaba muy emocionada, fue una presentación que, desde mi punto de vista, fue muy hermosa. Estaban ahí muchos miembros de Vuelta.
El libro de John King sobre Plural es un libro muy importante pues fue una revista notablemente hermosa, vanguardista en su momento y creo que era muy necesario darles su lugar.
Aunque no ha pasado tanto tiempo desde que terminó Vuelta —en 1998—, me parece que el papel de las revistas en fundamental en la historia de cualquier cultura y siempre hay que apoyar su difusión y recordar lo que han sido las grandes revistas.
JLG: ¿Qué vamos a encontrar en el interior de este trabajo, maestra Malva?
MF: Mira, no quise plantear el libro como una historia y por eso su título es Estampas de una revista, porque quise ver como asuntos, digamos, temáticos de la propia revista sin hacer un recorrido, digamos, cronológico.
Entonces hay una serie de aspectos que se tocan, desde los más, podríamos decir, caseros, porque he querido ver a la revista como una casa de familia; también el perfil de sus integrantes a partir de un, digamos, dibujo escrito de las fotografías que integraron el índice de Vuelta que la revista publicó, donde aparecen fotografías de sus miembros más importantes.
También reviso algunos aspectos que fueron muy polémicos en su momento, como, por ejemplo, quién financiaba la revista. Para eso hice una base de datos con todos los anuncios que la revista publicó.
Me ocupo, por supuesto, de ese asunto esencial que fue para Vuelta la crítica al régimen priista y la crítica de los Estados totalitarios, tanto en Europa del Este como en América Latina.
Eso es a grandes rasgos de lo que trata la revista. Hay un capítulo que se llama “Una revista con adjetivos”, en el que intento perfilar cuáles fueron las críticas esenciales que la revista recibió porque ver una revista no es sólo ver lo que la revista decía, sino la conversación y la polémica que estableció con otros grupos culturales y con otras revistas de su entorno.
MEP: Fíjate que... Ya lo mencionaste pero yo iba a esta pregunta porque se convirtieron también en tribunas críticas muy fuertes de golpeteo de unos con otros ¿no? Y todavía existe en el panorama de la cultura y eso no sé hasta dónde pueda ser tan positivo.
MF: A mí me parece que es esencial. De hecho, efectivamente, sí existen todavía ciertas discusiones entre algunas revistas pero me parece que una discusión como la que Vuelta alentó no ha vuelto a tener un impacto como el que tuvo en su momento y sí creo esencial que esta discusión salga a la luz y que se apoye a las revistas y se lea las revistas, aún incluso en sus versiones para Internet porque son una forma de la conversación y de la crítica.
MEP: Claro. Yo me refería a ya caer en descalificaciones, ¿no?
MF: Eso es muy interesante. Yo no pienso que en el momento ni en las polémicas que Vuelta alentó o en las que incurrió hubiera descalificaciones tan poco críticas como las que de pronto veo ahora.
Me parece que había una discusión con un nivel más alto y que esto se ha perdido. Si uno revisa, yo... No está tanto en el libro como en la investigación en la que me basé para hacer el libro, en la que revisé una enorme cantidad de artículos de los críticos de la revista y de la revista misma y uno puede notar ahí una cierta tensión cultural de nivel.
Hay muchas cosas, por supuesto, que fueron un poco bárbaras, bastante (inaudible), pero esta discusión hace que la vida cultural sea eso, una vida, y eso me parece que debemos rescatar.
Efectivamente, hay revistas muy serias, Letras Libres es una que propone mantener este espíritu crítico pero creo que no existen muchas otras revistas que puedan dialogar o criticar de la manera en la que se hizo en otro tiempo.
JLG: Malva, antes de concluir con esa charla, nos podrías resumir las pretensiones personales de ofrecer a los lectores en este libro, ¿cuáles serían?
MF: Bueno, en primer lugar...
JLG: O profesionales.
MF: Yo creo que uno debe acercarse a las revistas por amor a la cultura. Me parece que Vuelta representa una empresa cultural extraordinaria porque defendió valores esenciales: la libertad del intelectual, la libertad artística y la libertad crítica.
Fue una revista que defendió todo el tiempo la democracia y ahora nos parece que esto es algo muy sencillo pero en su momento no lo fue. Entonces revisar Vuelta, revisar Plural es acercarnos también a nuestra propia historia, mirarla con ojos críticos pero también con la conciencia de que en este país hubo grupos y personas que estuvieron siempre atentas a discutir las cosas esenciales de la cultura.
MEP: Querida Malva, este próximo 31 de marzo ya se cumplen 98 años del nacimiento de Octavio Paz. ¿Cuál va a ser la mejor forma de recordarlo, de festejarlo?
MF: La mejor forma de festejarlo es leerlo, leerlo a él, por supuesto, y leer también las empresas culturales que animó y recordar que Paz nos enseñó que el escritor no era el mendigo de la burocracia o el arlequín de la nación, sino su crítico.
Eso me parece esencial, como también es importantísimo saber que Paz nos enseñó que la poesía no era un adorno en la mesa de la cultura, sino el alma de los pueblos. Entonces recordar esas dos cosas me parece la mejor manera de festejarlo.
JLG: ¿Por qué consideras que esté vigente en este México del siglo XXI Paz?
MF: Porque nos enseñó la función más esencial de los intelectuales, que es la crítica, y eso siempre es vigente. Además, si nosotros leemos a Paz, nos daremos cuenta de que tenía una visión extraordinariamente amplia sobre un enorme número de asuntos que hoy nos competen y que debemos revisar, además de su poesía, por supuesto.
MEP: Pues muchas gracias por acudir a esta entrevista, Malva. Gracias por platicar para el público de Radio Educación, Malva Flores, que inicia este proyecto, esta construcción Viaje de vuelta. Estampas de una revista y Plural en la cultura literaria y política latinoamericana. De Tlatelolco a El ogro filantrópico. Muchas gracias por esta conversación.
MF: Muchas gracias a ustedes.
Vuelta defendió la pluralidad de voces a nivel internacional: Malva Flores

Por Fernando Fernández
Fuente: IMER / México /
Lunes 2 de abril de 2012
prensafondo.com
Fernando Fernández (FF), conductor: Querida Malva Flores, bienvenida a esta feria radiofónica del libro.
Malva Flores (MF):, autora del libro Viaje de Vuelta: Hola Fernando ¿cómo estás?
FF: Todo un honor, en la semana misma de la presentación de tu nuevo libro, este Viaje de Vuelta. Estampas de una revista. Bienvenida a esta feria radiofónica del libro.
MF: Gracias por invitarme.
FF: Fuiste y viniste, estuviste brevemente en la ciudad, se presentó tu libro. Me pareció que fue con todos los honores y todos los derechos una fuerte representación en familia, Malva. ¿Quién participó en la presentación?
MF: En la presentación estuvieron Enrique Krauze, Adolfo Castañón, Christopher Domínguez y José de la Colina.
FF: ¿Cómo armas un libro que subtitulas como Estampas de una revista? que recoge todos los años que Paz estuvo al frente de la segunda y quizás la más importante de sus revistas.
MF: Fue difícil porque imagínate que fueron 22 años, es una revista amplísima, salía mensualmente. Y entonces se me ocurrió que no podía establecer una historia cronológica, sino más bien plantear la vida de la revista a través de distintos puntos que me parecían importantes y que pueden configurar unas estampas de la vida de la publicación.
FF: ¿Cuáles son estas estampas? ¿Podrías adelantarle a nuestros lectores, a los lectores que siguen este programa algunas de esas estampas?
MF: Claro, por supuesto. Son más o menos 14 estampas. La primera es el inicio, cuando Paz todavía está en la India, todavía no forma Plural, y entonces ahí esbozo un poco la historia previa no sólo de Vuelta sino de Plural, y el deseo que tenía Paz desde la India de realizar una revista. Hay otra estampa que es el "Álbum de familia", donde mediante las fotos que publicó Vuelta en los índices de la revista, hicieron varios fotos de sus principales colaboradores, y entonces yo utilizo estas fotos para ir haciendo un retrato hablado de estos personajes. Hay otras estampas, una que se llama "Limosneros con garrote", donde hablo sobre la publicidad que se anunció en Vuelta, y también está "Una revista con adjetivos", en la que me dedico a revisar la serie de adjetivos con los que fue nombrada esta publicación por todos sus críticos, y en fin, hay otras interesantes, me parece, estampas donde hablo de la defensa de la libertad que realizó Vuelta frente a los poderes totalitarios en Europa del Este, en América Latina, por ejemplo.
FF: Tenemos un par de ejemplares que generosamente el Fondo de Cultura Económica nos ha enviado para regalar esta tarde a cambio de las preguntas que puedan hacerte Malva, estamos hablando de Viaje de Vuelta. Estampas de una revista, de la poeta Malva Flores. Una de las estampas que forman parte de este Viaje de Vuelta, Malva, se llama "La casa de la disidencia". ¿Cuál fue el género de disidencia que practicó Octavio Paz a través de la Revista Vuelta?
MF: Fíjate que eso es interesante porque yo he querido ver a la revista como una defensa de la poesía. De hecho, parecerá extraño, pero creo que la primera de las disidencias es la poesía, es una disidencia absoluta. En este sentido, me parece que Paz encabezó a una grupo de individuos, no sólo poetas por supuesto, sino historiadores, críticos de la cultura, narradores que se opusieron a la hegemonía del pensamiento de izquierda latinoamericana, por un lado y, por otro lado, defendieron la disidencia de todos aquellos escritores que estaban siendo criticados duramente en Europa del Este, por ejemplo. Este capítulo, en especial, se dedica a revisar la forma en la que Vuelta apoyó y discutió la necesidad de libertad atrás del Muro de Berlín.
FF: ¿Tú crees que la revista tuvo algún papel, por mínimo que fuera y en el nivel que quedara acomodado en la caída del Muro de Berlín?
MF: Sería un poco difícil decir eso, afirmarlo así, pero en Vuelta escribieron grandes personajes de esa historia. Lo interesante es que quienes escribieron ahí no eran comentaristas, sino protagonistas de la historia. Entonces Vuelta publicó muchísimos artículos, denuncias de los estragos que hacía el totalitarismo en esa parte del mundo, y de esa manera me parece que contribuye también a la discusión que finalmente terminó con el Muro de Berlín.
FF: Ella es Malva Flores, estamos conversando de su libro recientemente aparecido y editado por el Fondo de Cultura Económica. Se llama Viaje de Vuelta. Estampas de una revista, de una de las revistas de Octavio Paz. Malva, al inicio de la estampa que titulas "Alrededores de la política Latinoamericana", cuentas que desde el primer número, el caso de Cuba, el caso de la revolución cubana estuvo presente en las páginas de Vuelta. ¿Se puede decir que cambió la apreciación que tuvo la revista al principio de su a ndadura y cuando muerte Paz y deja de editarse Vuelta?
MF: Bueno, yo creo que no. Incluso desde Plural había ya una crítica al sistema cubano, aunque una crítica que John King revisa muy bien, no fue de manera tan vertical como cuando ocurre ya en Vuelta. Entonces, no hay que olvidar que Vuelta nace no sólo del despojo del gobierno autoritario de Luis Echeverría, sino que nace también como una revista que se enfrenta con la izquierda latinoamericana, que está representada sobre todo por aquellos escritores que defendían la revolución cubana y que defendían a Fidel Castro. Entonces, poco a poco en la revista, desde su primer número aparece un artículo de Juan García Ponce sobre José Lezama Lima, no es un artículo político, sin embargo, poco a poco se van incluyendo en esa revista otros autores que ya habían publicado en Plural, pero que en Vuelta establecen verdaderamente una batalla contra el régimen castrista.
FF: Malva, ¿cuál podrías decir, después de esta larga y profunda revisión que haces de la revista Vuelta, dirigida por Octavio Paz, cuál fue la literatura que defendió, la literatura que presentó Octavio Paz a través de las páginas de su revista?
MF: Yo creo que es interesante imaginar que Vuelta fue una revista que tuvo dos componentes: por un lado solicitó a sus lectores la revisión y la apreciación de nuestra tradición literaria, la tradición hispanoamericana, y por otro lado, también dio a conocer una enorme cantidad de escritores que nosotros no conocíamos. Ahora es muy sencillo imaginarlo porque tenemos Internet, pero en ese momento no era fácil leer a Kundera, leer a escritores brasileños que aquí no llegaban, escritores rusos, y Vuelta defendió esta pluralidad de voces internacional, pero también panamericana. Creo que la revista defendió la tradición, pero no sólo se quedó en ver cuáles eran la aportes de aquella tradición, sino también ver también un poco hacia el futuro. Ahí publicaron una gran cantidad de poetas, sobre todo que hoy tienen una madurez expresiva, y entonces ahí podemos ver la línea que Vuelta siguió.
FF: Ya nos estamos despidiendo Malva. Una última pregunta, ¿ese el primer trabajo que se hace de manera monográfica sobre Vuelta?
MF: No. Me parece que existen dos tesis: una escrita por una investigadora brasileña que recoge, hasta donde recuerdo, los primeros años de Vuelta, y hay otro estudio académico que fue realizado por Jaime Perales, en Estados Unidos, donde habla del círculo de la revista Vuelta donde estaba Octavio Paz, claro, y se refiere particularmente a los escritores no de origen hispanoamericano alrededor de la revista.
FF: Eres muy amable Malva Flores, poeta. Te mando un abrazo como siempre muy afectuoso, y todas las felicitaciones de esta feria radiofónica del libros.
MF: Yo a ti también Fernando, muchas gracias.
Fuente: IMER / México /
Lunes 2 de abril de 2012
prensafondo.com
Fernando Fernández (FF), conductor: Querida Malva Flores, bienvenida a esta feria radiofónica del libro.
Malva Flores (MF):, autora del libro Viaje de Vuelta: Hola Fernando ¿cómo estás?
FF: Todo un honor, en la semana misma de la presentación de tu nuevo libro, este Viaje de Vuelta. Estampas de una revista. Bienvenida a esta feria radiofónica del libro.
MF: Gracias por invitarme.
FF: Fuiste y viniste, estuviste brevemente en la ciudad, se presentó tu libro. Me pareció que fue con todos los honores y todos los derechos una fuerte representación en familia, Malva. ¿Quién participó en la presentación?
MF: En la presentación estuvieron Enrique Krauze, Adolfo Castañón, Christopher Domínguez y José de la Colina.
FF: ¿Cómo armas un libro que subtitulas como Estampas de una revista? que recoge todos los años que Paz estuvo al frente de la segunda y quizás la más importante de sus revistas.
MF: Fue difícil porque imagínate que fueron 22 años, es una revista amplísima, salía mensualmente. Y entonces se me ocurrió que no podía establecer una historia cronológica, sino más bien plantear la vida de la revista a través de distintos puntos que me parecían importantes y que pueden configurar unas estampas de la vida de la publicación.
FF: ¿Cuáles son estas estampas? ¿Podrías adelantarle a nuestros lectores, a los lectores que siguen este programa algunas de esas estampas?
MF: Claro, por supuesto. Son más o menos 14 estampas. La primera es el inicio, cuando Paz todavía está en la India, todavía no forma Plural, y entonces ahí esbozo un poco la historia previa no sólo de Vuelta sino de Plural, y el deseo que tenía Paz desde la India de realizar una revista. Hay otra estampa que es el "Álbum de familia", donde mediante las fotos que publicó Vuelta en los índices de la revista, hicieron varios fotos de sus principales colaboradores, y entonces yo utilizo estas fotos para ir haciendo un retrato hablado de estos personajes. Hay otras estampas, una que se llama "Limosneros con garrote", donde hablo sobre la publicidad que se anunció en Vuelta, y también está "Una revista con adjetivos", en la que me dedico a revisar la serie de adjetivos con los que fue nombrada esta publicación por todos sus críticos, y en fin, hay otras interesantes, me parece, estampas donde hablo de la defensa de la libertad que realizó Vuelta frente a los poderes totalitarios en Europa del Este, en América Latina, por ejemplo.
FF: Tenemos un par de ejemplares que generosamente el Fondo de Cultura Económica nos ha enviado para regalar esta tarde a cambio de las preguntas que puedan hacerte Malva, estamos hablando de Viaje de Vuelta. Estampas de una revista, de la poeta Malva Flores. Una de las estampas que forman parte de este Viaje de Vuelta, Malva, se llama "La casa de la disidencia". ¿Cuál fue el género de disidencia que practicó Octavio Paz a través de la Revista Vuelta?
MF: Fíjate que eso es interesante porque yo he querido ver a la revista como una defensa de la poesía. De hecho, parecerá extraño, pero creo que la primera de las disidencias es la poesía, es una disidencia absoluta. En este sentido, me parece que Paz encabezó a una grupo de individuos, no sólo poetas por supuesto, sino historiadores, críticos de la cultura, narradores que se opusieron a la hegemonía del pensamiento de izquierda latinoamericana, por un lado y, por otro lado, defendieron la disidencia de todos aquellos escritores que estaban siendo criticados duramente en Europa del Este, por ejemplo. Este capítulo, en especial, se dedica a revisar la forma en la que Vuelta apoyó y discutió la necesidad de libertad atrás del Muro de Berlín.
FF: ¿Tú crees que la revista tuvo algún papel, por mínimo que fuera y en el nivel que quedara acomodado en la caída del Muro de Berlín?
MF: Sería un poco difícil decir eso, afirmarlo así, pero en Vuelta escribieron grandes personajes de esa historia. Lo interesante es que quienes escribieron ahí no eran comentaristas, sino protagonistas de la historia. Entonces Vuelta publicó muchísimos artículos, denuncias de los estragos que hacía el totalitarismo en esa parte del mundo, y de esa manera me parece que contribuye también a la discusión que finalmente terminó con el Muro de Berlín.
FF: Ella es Malva Flores, estamos conversando de su libro recientemente aparecido y editado por el Fondo de Cultura Económica. Se llama Viaje de Vuelta. Estampas de una revista, de una de las revistas de Octavio Paz. Malva, al inicio de la estampa que titulas "Alrededores de la política Latinoamericana", cuentas que desde el primer número, el caso de Cuba, el caso de la revolución cubana estuvo presente en las páginas de Vuelta. ¿Se puede decir que cambió la apreciación que tuvo la revista al principio de su a ndadura y cuando muerte Paz y deja de editarse Vuelta?
MF: Bueno, yo creo que no. Incluso desde Plural había ya una crítica al sistema cubano, aunque una crítica que John King revisa muy bien, no fue de manera tan vertical como cuando ocurre ya en Vuelta. Entonces, no hay que olvidar que Vuelta nace no sólo del despojo del gobierno autoritario de Luis Echeverría, sino que nace también como una revista que se enfrenta con la izquierda latinoamericana, que está representada sobre todo por aquellos escritores que defendían la revolución cubana y que defendían a Fidel Castro. Entonces, poco a poco en la revista, desde su primer número aparece un artículo de Juan García Ponce sobre José Lezama Lima, no es un artículo político, sin embargo, poco a poco se van incluyendo en esa revista otros autores que ya habían publicado en Plural, pero que en Vuelta establecen verdaderamente una batalla contra el régimen castrista.
FF: Malva, ¿cuál podrías decir, después de esta larga y profunda revisión que haces de la revista Vuelta, dirigida por Octavio Paz, cuál fue la literatura que defendió, la literatura que presentó Octavio Paz a través de las páginas de su revista?
MF: Yo creo que es interesante imaginar que Vuelta fue una revista que tuvo dos componentes: por un lado solicitó a sus lectores la revisión y la apreciación de nuestra tradición literaria, la tradición hispanoamericana, y por otro lado, también dio a conocer una enorme cantidad de escritores que nosotros no conocíamos. Ahora es muy sencillo imaginarlo porque tenemos Internet, pero en ese momento no era fácil leer a Kundera, leer a escritores brasileños que aquí no llegaban, escritores rusos, y Vuelta defendió esta pluralidad de voces internacional, pero también panamericana. Creo que la revista defendió la tradición, pero no sólo se quedó en ver cuáles eran la aportes de aquella tradición, sino también ver también un poco hacia el futuro. Ahí publicaron una gran cantidad de poetas, sobre todo que hoy tienen una madurez expresiva, y entonces ahí podemos ver la línea que Vuelta siguió.
FF: Ya nos estamos despidiendo Malva. Una última pregunta, ¿ese el primer trabajo que se hace de manera monográfica sobre Vuelta?
MF: No. Me parece que existen dos tesis: una escrita por una investigadora brasileña que recoge, hasta donde recuerdo, los primeros años de Vuelta, y hay otro estudio académico que fue realizado por Jaime Perales, en Estados Unidos, donde habla del círculo de la revista Vuelta donde estaba Octavio Paz, claro, y se refiere particularmente a los escritores no de origen hispanoamericano alrededor de la revista.
FF: Eres muy amable Malva Flores, poeta. Te mando un abrazo como siempre muy afectuoso, y todas las felicitaciones de esta feria radiofónica del libros.
MF: Yo a ti también Fernando, muchas gracias.
Reúnen batalla por la libertad
La ensayista Malva Flores aborda la revista de Octavio Paz Jorge Ricardo Ciudad de México (27 marzo 2012).- La tarde del 15 de noviembre de 1976, quince días antes de que Luis Echeverría Álvarez deje la presidencia de México, el filósofo y ensayista Alejandro Rossi camina con un paquete de revistas hacia la Galería Ponce, en la Zona Rosa. Por la noche, Salvador Elizondo dice con una gran sonrisa: "Ya hicimos historia". Al día siguiente empieza su venta. La revista era Vuelta, su director, Octavio Paz, y Rossi fue el director suplente durante los cuatro primeros números. Esa era la respuesta a Echeverría, quien con el golpe al Excélsior de Julio Scherer, ordenado cuatro meses antes, había acabado también con Plural, el semanario fundado también por Octavio Paz. La revista hizo historia. Y en el recuento caben 22 años, el Premio Premio Príncipe de Asturias 1993, más de 5 mil autores colaboradores, 6 mil artículos sobre poesía y 4 mil 218 anuncios que en su mayoría no fueron pagados por Televisa, como aseguraban sus críticos, sino por la SEP, la misma institución que fue rechazada cuando quiso pagarle a Vuelta 10 mil suscripciones. El recuento de números es de la poeta y ensayista Malva Flores quien publica la investigación Viaje de Vuelta (FCE), la cual se presenta esta tarde, a pocos días de que se cumplan 98 años del nacimiento del Premio Nobel mexicano, el 31 de marzo. Pero más que estos datos, la autora considera relevante la batalla que Vuelta dio que durante sus 22 años. "Se trata de una lucha por la independencia del intelectual. Una batalla que inició desde Plural y que continúan con los artículos de Paz y de Gabriel Zaid sobre la guerra salvadoreña o sobre las elecciones en Nicaragua, con el discurso de Paz en Frankfurt, con la polémica sobre el texto de Enrique Krauze sobre Carlos Fuentes ("El guerrillero dandy") y con la polémica por el Coloquio de invierno, y la postura de Vuelta fue siempre la misma: la obligación de mantener una distancia crítica, de independencia frente al poder y la exigencia de libertad creativa". El acta del jurado del Príncipe de Asturias de 1993 que le dio el galardón a la revista estableció lo siguiente: "Ha combatido intelectualmente, de una manera sistemática e insobornable, contra toda forma de opresión política, de persecución religiosa o ideológica, contra las censuras, las inquisiciones, los dogmatismos, en nombre de la cultura democrática". En su investigación, Malva Flores analiza las polémicas que desató la escritura en libertad, los ensayos que lo mismo criticaban el régimen de Augusto Pinochet que el de Fidel Castro. Vuelta aportó la más fuerte resistencia a la mercantilización del arte y a la uniformidad del pensamiento, asegura Malva Flores, tan necesaria ahora. "La importancia de Vuelta se ha minimizado, por una razón esencial: fue leída con anteojeras ideológicas, de modo tal que no se leyó una gran parte de la revista, digamos la crítica certera muy puntual y oportuna al régimen priista, eso es algo que nadie ha querido reconocer". Paz, editor plural La aparición del libro sobre Vuelta coincide con la publicación de un libro sobre Plural, la otra revista fundada y dirigida por Octavio Paz. Hoy también se presenta Plural en la cultura literaria y política latinoamericana (FCE), una investigación de John King, historiador de la Universidad de University of Warwick, Inglaterra, que tuvo acceso a la correspondencia de Paz con los colaboradores de la revista que se publicó entre 1971 y 1976 enExcélsior. Paz se revela aquí como el editor y director que participa en todo el proceso de edición, desde la solicitud de textos y la corrección de estilo hasta la escritura de editoriales. |
Las trincheras intelectuales de Octavio Paz
Yanet Aguilar El Universal. Cultura Sábado 28 de enero de 2011 El historiador John King y la poeta Malva Flores publican dos estudios sobre Plural y Vuelta, revistas creadas por el Nobel que tuvieron un impacto más allá de las fronteras mexicanas “El espíritu crítico. La convicción de que a partir de la literatura era posible crear otros mundos y criticar éste, fue un motor importante de ambas publicaciones”, dice la poeta y ensayista Malva Flores al reflexionar sobre Plural y Vuelta, las dos revistas que creó y animó el poeta Octavio Paz en los últimos 27 años de su vida. La pasión crítica del Premio Nobel de Literatura 1990 también es valorada por el historiador norteamericano John King, quien asegura que Plural, dirigida por Paz entre 1971 y 1976, fue “una revista abierta al mundo” que con los años se convirtió en el eje de la vida intelectual hispanoamericana. Los dos revistas emblemáticas animadas por Paz -quien también alentó antes Taller y El hijo pródigo- son el objeto de estudio de dos libros publicados por el Fondo de Cultura Económica (FCE) en su colección Vida y pensamiento de México, que están en la mesa de novedades de las librerías: Plural en la cultura literaria y política latinoamericana, de John King, y Viaje de vuelta. Estampas de una revista, de Malva Flores. Ambos autores y estudiosos de las dos revistas impulsadas por Paz entre 1971 y 1998 (año de su muerte), celebran que sus páginas fueron espacio de libertad e independencia y la pasión crítica que las alentó. Flores afirma que Plural y Vuelta fueron las dos últimas grandes revistas hispanoamericanas del siglo pasado. ¿Cómo medir su impacto? Basta ver su nómina de colaboradores, que supera el millar, de los cuales la gran mayoría fueron artistas e intelectuales de nuestra lengua. “Desde las revistas ellos establecieron una conversación y una reflexión constante sobre el arte, la historia y el devenir de los países latinoamericanos. Sus textos fueron también comentados y discutidos en prácticamente todo el continente. Un ejemplo de su impacto puede reflejarse, por ejemplo, en el hecho de que en distintos países fue prohibida la circulación de Vuelta por varias de las dictaduras latinoamericanas de su tiempo”, señala la poeta. La autora de Luz de la materia y El ocaso de los poetas intelectuales señala que Vuelta publicó más de 6 mil textos y más de mil poemas, y además que en esa revista convivieron hasta tres generaciones de escritores y un amplio número de sus colaboradores fueron jóvenes. “Creo que sería difícil imaginar el panorama intelectual y artístico de este país sin ellas. Durante un cuarto de siglo el debate sobre México (su arte, su historia, su política) fue central en sus páginas. El desarrollo de estas revistas está ligado íntimamente a la vida del país, a partir de una sistemática crítica al sistema político y una aspiración permanente: la democracia”, afirma Flores. También el historiador John King habla de la pluralidad en la revista Plural. Asegura que “a pesar de la falta de una tradición académica importante en México, Plural quizá es una revista de mayor alcance, más abierta y verdaderamente universal que sus homólogas metropolitanas”. Expresión de la cultura latinoamericana John King, quien realizó una larga investigación y documentación sobre el pensamiento político y la vida cultural de Paz, y quien conversó con él en varias ocasiones y pudo acceder a su archivo personal, asegura que Plural, desde su planeación, “pretendía expresar la cultura latinoamericana, además de proponerse como una fuente de información y crítica de la actividad literaria, artística y política en el mundo”. Incluso, King cita la carta que Paz le envío a Claude Lévi-Strauss, el 23 de julio de 1971, hablándole del proyecto de la revista. Dice Paz: “Vehículo de la literatura, el pensamiento y el arte a la vez que examen de la realidad contemporánea, Plural explorará también los puntos de encuentro entre la ciencia y la literatura, el arte y las ciencias humanas o sociales”. King, autor de Sur. Estudio de la revista literaria argentina y de su papel en el desarrollo de una cultura, 1931-1970, publicado también por el FCE, asegura en el libro que su investigación sobre Paz y Plural inició en 1968 porque quería “explorar la reacción de Paz ante los hechos ocurridos en Tlatelolco y sus consecuencias, que lo impulsaron a la creación de Plural tres años más tarde”. Malva Flores es enfática al hablar de las banderas que enarboló Octavio Paz a través de las páginas de esas dos revistas: “La pasión crítica, la independencia del intelectual, la certeza de que la tradición es un legado vivo, que la literatura hace visible el mundo y que los lectores no son ‘consumidores’, sino ciudadanos: los verdaderos interlocutores”. La poeta dice que otro asunto muy importante fue el hecho de que las revistas que Paz dirigió fueron publicaciones concebidas por él desde la participación de otros escritores, cuyas ideas podían divergir. “Paz fue el corazón de esas revistas, pero las revistas son también un cuerpo que construye una casa intelectual”. Flores habla de la vocación polémica de Paz, de su deseo de confrontar al otro y así reconocerlo, un asunto que, dice, ha sido comentado en muchas ocasiones. “Vargas Llosa dijo que Paz había sido un ‘formidable agitador intelectual’. Vuelta también lo fue. ‘Agitar’ las conciencias, mover las aguas estancadas, darle voz y espacio a la disidencia, propiciar la discusión, no es tarea sencilla y suele ser recompensada con linchamientos”. Pléyade de novelistas y poetas La apertura y la independencia fueron marcas que Paz dejó en las revistas que creó, primero en Excélsior (Plural, a invitación de Julio Scherer) y luego de manera independiente (Vuelta, entre 1976 y 1998). Flores dice que “la enorme curiosidad de Paz alentó también la existencia de dos revistas cuyos escritores ejercieron el derecho a la imaginación y la crítica. Otro aspecto que diferencia a las revistas de Paz del resto de las de su época es la importancia que tuvieron los poetas en ellas. No fueron sólo ‘revistas de poetas’, pero en ellas su papel fue determinante, también, como intelectuales”. King afirma que en cuanto a la crítica cultural, Plural recurrió a novelistas y poetas para que accedieran como críticos literarios o culturales, especialmente recurrió a los escritores latinoamericanos que fueron los mejores críticos de su propia obra y lo más importante: “Ayudaron a trazar un mapa determinando su posición y la de otros en el desarrollo de las letras nacionales y continentales”. Malva Flores afirma que Paz nos enseñó, mediante las revistas, que “el escritor no era el veleidoso arlequín de la nación o el mendigo de su burocracia, sino su crítico; que la poesía no era, tampoco, un adorno en la mesa de la cultura sino el alma de los pueblos, su memoria, y el antídoto contra el mercado. “Vuelta nos transmitió otro apunte esencial: era posible hacer una revista independiente, una empresa cultural en su sentido más generoso: la reunión de unos amigos que, sin menoscabo de sus divergencias, fueron capaces de reunir sus voces para animar una conversación inteligente”. John King cita a algunos de los primeros colaboradores de Plural: Claude Lévi-Strauss, John Cage, Noam Chomsky, Paul Goodman, Roman Jakobson, Henri Michaux, Dore Ashton, Harold Rosenberg, George Steiner, Roland Barthes, Michel Foucault, Pierre Klossowski, Charles Tomlinson y Juan Goytisolo. Esas revistas alentadas por Paz dieron cabida a escritores latinoamericanos como Severo Sarduy, Guillermo Cabrera Infante, José Bianco, Damián Bayón, Roberto Juarroz, Blanca Varela, Julio Ortega, Haroldo de Campos; también son revistas que impactaron, como pocas, el pensamiento cultural, político e intelectual de México e Hispanoamérica. |