mudanza del árbol /
passage of the tree
passage of the tree
1
Alto el comedimiento la claridad del árbol de la piedra dormida en las raíces árbol, piedra, raíz desde mi centro tu voz se precipita rosa de caridad: aurora. *** Qué filo del aire va dorando este adormecimiento, esta mañana de sal que anuncia su porvenir a la orilla del río. Es el mismo filo que acaricia las piedras, y levanta también las hojas de mi árbol esta alborada que nunca se termina al menos en mis ojos. *** Viene naciendo el día desde hace tanto ya. Años y años las horas solícitas de espuma —como estrellas marinas como risa de adobe bajo el agua de marzo-- han cambiado su forma: pétreas horas, muros los segundos por donde ni una brizna de luz ha levantado el vuelo. *** Hay un margen, canícula, hay un margen donde hundo los pies y mi vestido flota naranja como tú, naranja como flor domesticada flor bailando entre las piedras mientras mi madre canta. En ese margen. *** No está hecho de mansedumbre el árbol. Lo que vemos cuando se mueve al aire es aquiescencia. |
2
Fuente que se acomoda esta luz que ahora cuece el color de las naranjas. Fruto, sol, raíz en este centro a donde todo vuelve: la voz, la luz sobre las tejas y el baile de las sílabas que anuncian la palabra regreso. *** No tengo más palabras que estas piedras, obsoletas y sordas de tan lisas. Se fue el vocabulario por el río sin que nadie dijera “agua va”, “detente consonante”. No hubo lirio, pues, que abrazara vocales ni recodo donde dispersas sílabas se acodaran un rato. Solas, las piedras lisas obsoletas tan sordas. *** Y qué temblor acusa ya la vuelta. En qué orfandad de nubes crecieron los macizos de flores que ayunan a su sombra. ¿Habrá ese claro amparo de la piedra de río y el olor de las hierbas cuyo nombre he olvidado? Tantas fueron las horas para volver aquí que todo cuanto dije ha borrado su huella. *** Plumas de la paloma han quedado en las ramas después de la contienda. Revuelto aquí también, al pie del limonero, algún mechón parduzco de mi gato. Tomo las dos orillas: pluma que ya no canta y sólo se desteje al paso de mis dedos. Más allá encuentro el pico y el sol que se columpia en el lomo del patio: perol donde se cuece la higiene de la muerte. *** No busca el niño el ala de la urraca. Cuando tira la piedra quiere que baile el árbol. leer más |